
Yo soy medio viejo para la tecnología
Por Laura Gerard
Ya desde principios de 2020, llegaban a Argentina noticias alarmantes de Europa sobre el avance del Coronavirus y los daños que estaba causando a la sociedad. El miedo empezó a transmitirse y “tener el diario de mañana” impulsó a decretar al gobierno nacional que el 20 de marzo de 2020 empezaría a regir el aislamiento social obligatorio en todo el territorio argentino: sólo podrían circular los trabajadores esenciales y el resto de las personas tendría que trabajar desde sus casas de manera remota o Home Office… ¿Home qué? se habrán preguntado muchos en ese momento.
En lo personal, el aislamiento social obligatorio, afectó muchas áreas de mi vida pero en lo laboral no tanto porque ya llevaba varios años trabajando desde mi casa. Trabajo en el área de compras de la pequeña empresa de mi familia y una de mis responsabilidades es buscar nuevos proveedores. En una charla con uno de ellos, yo le contaba que la empresa estaba en Río Negro y que yo trabajaba desde Buenos Aires… les comparto una parte de la conversación por WhatsApp.

Cuando leí “yo soy medio viejo para la tecnología” se me cruzaron algunas cosas por la cabeza: una de ellas, es que el aislamiento había llevado a reinventarnos, quien no se reinventaba en lo económico y laboral el aislamiento podía repercutir significativamente y, hasta entonces, no sabíamos que iba a durar tanto. Por otro lado, la tecnología se había vuelto la aliada de muchos para sortear obstáculos, así como también, gran parte de la sociedad tuvo que aprender a usarla. Y por último pensaba: ¿qué se estaba perdiendo de aprender esta persona porque creía que era media vieja para…?
Cuando creemos “que somos o que las cosas son de tal manera” abrimos o cerramos posibilidades, limitamos o ampliamos nuestra capacidad de accionar, nos potenciamos o nos limitamos a nosotros mismos. Robert Dilts señala que “Creencias tales como “Ya es demasiado tarde”, “De todos modos no puedo hacer ya nada”, “Me ha tocado a mí”, pueden con frecuencia limitar el aprovechamiento integral de los recursos naturales de la persona y de su competencia inconsciente. Nuestras creencias acerca de nosotros mismos y de lo que es posible en el mundo que nos rodea tienen un gran efecto sobre nuestra eficacia cotidiana. Todos tenemos creencias que nos sirven como recursos y también creencias que nos limitan.”

Te invito a ver un cuento de Jorge Bucay haciendo click aquí y luego contame qué reflexiones o pensamientos te trajo.
Poder identificar esas creencias nos empodera para realizar un cambio en nosotros mismo: nos da la posibilidad de entender qué nos estamos perdiendo y que recursos contamos para alcanzar nuestros objetivos que no habíamos visto o valorado. Tal vez, en algún momento esa creencia nos benefició y tenía un fin positivo pero llega el momento que nos damos cuenta que ya no nos sirve, lo cual, nos permite crear una nueva creencia posibilitadora.
Para finalizar te invito a hacer un ejercicio: agarra papel y lápiz y dividí la hoja en 6 columnas o si preferís hacelo en la computadora o algún otro dispositivo. Escribe en cada una de las columnas alguna de las siguientes palabras (las que te hagan más sentido a vos): mundo, amor, dinero, trabajo, familia, algún proyecto u objetivo que te tengas, o alguna otra área de tu interés. Luego bajo cada palabra o frase escribe lo que opinas sobre ese aspecto. Una vez que hayas terminado pregúntate sobre eso que escribiste: ¿me abre o me cierra posibilidades? ¿me limita o me potencia? Si haz identificado que te limita, te invito a reflexionar: ¿qué debería creer YO para abrir nuevas posibilidades? Escribe tres nuevas creencias y elige la que más te haga sentido. Luego, escribe al menos tres acciones que realizarías para tu objetivo o área guiado por esa nueva creencia. Para finalizar, ¡ponte en acción!

Te pregunto ¿Alguna vez dijiste o pensaste “esto no es para mí”, “estoy viej@ para…”? ¿De qué te das cuenta ahora? ¿De qué te perdiste? ¿Qué tendrías que creer para lograr un objetivo en particular? ¿Quién tenés que ser para eso? Te leo.

Persigue tus sueños...

Sororidad
También te puede interesar

Razón de Ser
7 enero, 2021
¿Y si festejamos los logros?
27 abril, 2021